Devocional Pacto Restaurado

Hashem sana a los quebrantados de corazón

Versículo clave:

“Cercano está Adonai a los quebrantados de corazón; y salva a los contritos de espíritu.” — Salmo 34:18

Reflexión

Hoy puedes sentirte sola, traicionada o confundida, pero el Eterno no está lejos de ti. Él está cerca, tan cerca que escucha el suspiro de tu alma. No necesitas tener palabras perfectas; solo necesitas presentarte ante Él, tal como estás.

El proceso de restauración matrimonial muchas veces comienza con tu sanidad espiritual. Aunque no veas cambios inmediatos en tu esposo, Hashem está trabajando contigo primero, restaurando tu identidad, renovando tu fe y sanando tus heridas. En el nombre de Yeshúa, hoy declaramos que este es el comienzo de tu renovación.

Oración

Abba Kadosh, me presento ante ti con un corazón herido. Tú conoces mis pensamientos, mis lágrimas en la noche y el dolor que he llevado en silencio. Sana mis emociones, purifica mi alma, y enséñame a depender de ti. Te entrego este proceso, a mi esposo Nombre de tu esposo—————————, y a la otra mujer. Declaro que sólo Tú puedes restaurar lo que ha sido quebrado. En el nombre de Yeshúa, amén.

Promesa para meditar

“Yo sanare su infidelidad, los amaré de pura gracia, porque mi ira se apartó de ellos.” — Oseas 14:4

Música para hoy

•Digno Eres Tú – Paul Wilbur

•Nada Me Separará – Miel San Marcos

•Mi Corazón Confía – Marcos Brunet

Espacio para escribir

Mis emociones hoy: 

Lo que siento por mi esposo hoy:

Qué necesito soltar: 

Qué le entrego hoy a Hashem: 

Amando a Mi Esposo a través de Yeshúa -
Ana Pena

Todas nosotras que hemos recibido la verdad del Evangelio tenemos, por Su palabra, acceso directo al trono de la gracia. Con confianza doblamos nuestras rodillas ante el Padre de nuestro Señor Yeshúa el Mesías. Confiamos en que nuestra familia —incluyendo a nuestro esposo— tiene un lugar especial delante de Dios gracias a la obra redentora de Su Hijo.

Aunque muchas veces nos sintamos débiles en la carne, el Señor fortalece nuestro ser interior por medio de Su Espíritu, para que sea el mismo Yeshúa quien viva en nuestros corazones. Solo cuando estamos arraigadas y cimentadas en el amor del Mesías podemos amar a nuestros esposos con un amor que sobrepasa el entendimiento humano.

Cuando le permitimos a Yeshúa gobernar nuestro matrimonio, por más roto que esté, Su amor y misericordia nos permiten entender que Él desea salvar no solo nuestras almas, sino también nuestro hogar, nuestros hijos, nuestras finanzas y todo cuanto nos rodea.

El Señor nos da el conocimiento necesario para ser llenas de la plenitud de Dios. Y así, con una fe firme, podemos comprender lo maravilloso de este llamado a la restauración. Porque de tal manera amó Dios al mundo… que entregó a Su Hijo por amor a ti, a tu esposo y a tu familia, aun en medio del pecado.

Nuestro Señor Yeshúa es poderoso para darnos mucho más de lo que esperamos. Si aprendemos a recibir Su amor y a orar desde ese amor, podremos perdonar, soltar y cubrir a nuestros esposos en oración.

Ellos necesitan ese amor. Necesitan nuestro perdón. Necesitan que los entreguemos a las manos de su Creador.

Y llegará el día en que Yeshúa nos mire a los ojos y nos diga:

“Hija mía, muchas se rindieron… pero tú permaneciste en la brecha. Tus oraciones trajeron a tu esposo de regreso a Mí. Hoy te entrego tu milagro. Y ahora, junto a tu esposo e hijos, den testimonio y glorifiquen al Padre y a Mí, Su Hijo.”


¡Amén!


Efesios 3:14-21 (versión mesiánica)

“Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Yeshúa el Mesías, de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra. Que Él os fortalezca con poder en el hombre interior por Su Espíritu, para que habite el Mesías por la fe en vuestros corazones. Así, arraigadas y cimentadas en amor, puedan comprender con todos los santos la anchura, longitud, profundidad y altura, y conocer el amor del Mesías, que excede a todo conocimiento, para que sean llenas de toda la plenitud de Dios. A Aquel que es poderoso para hacer mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, a Él sea la gloria en la comunidad de creyentes en el Mesías Yeshúa por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.”

Devocional: Yeshúa Puede Resucitar tu Matrimonio

Versículo clave

Romanos 6:4

“Porque somos sepultados juntamente con Él para muerte por el bautismo, a fin de que, como el Mesías resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.”

¿Tu matrimonio ha muerto?

Tal vez tu matrimonio ha pasado por tantos años de heridas, dolor, traición o abandono, que has perdido toda esperanza.

Pero así como Yeshúa resucitó de entre los muertos, Él también puede resucitar tu matrimonio.

¿Qué sucede cuando un matrimonio muere?

Cuando algo muere:

    •    Comienza a desintegrarse lentamente.

    •    Se enferma, se contamina, se pudre.

    •    Nadie quiere estar cerca de algo que huele a muerte.

Así ocurre en un matrimonio que desobedece los principios de Dios. Ya no hay vida ni honra en él. Pero la esperanza no está perdida.

Ambos fallaron

Puede que pienses que todo es culpa de tu esposo: adulterio, alcohol, mentiras…

Pero la Palabra de Dios es clara:

Romanos 3:23-24

“Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en el Mesías Yeshúa.”

Ambos tienen parte de la responsabilidad. Y ambos necesitan redención.

Hay esperanza en Yeshúa

Juan 10:10

“El ladrón no viene sino para hurtar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.”

El Mesías no solo vino a salvar tu alma, también a restaurar lo que está muerto. Tu matrimonio puede tener vida nueva.

El poder del perdón

Mateo 6:14-15

“Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial. Mas si no perdonáis… tampoco vuestro Padre os perdonará.”

    •    Perdonar es obedecer a Dios.

    •    Si no perdonas a tu esposo, no puedes avanzar en libertad.

    •    El perdón abre la puerta al milagro de la resurrección.

Arrepentimiento personal

Debemos pedirle al Espíritu Santo que nos muestre:

    •    ¿Fui contenciosa?

    •    ¿Celosa, chismosa, controladora, indiferente?

No solo él falló… Yo también pequé.

Confesemos. Arrepintámonos. Pidamos perdón a Dios.

Y si Él lo permite, también a nuestro esposo.

Busca primero el Reino

Mateo 6:33

“Mas buscad primeramente el Reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.”

Haz del Reino tu prioridad, y verás cómo Dios añade la restauración.

Una promesa para ti

Jeremías 29:11

“Porque yo sé los planes que tengo para vosotros —declara Hashem— planes de bienestar y no de calamidad, para daros un futuro y una esperanza.”

Declaración de fe

“Nada es imposible para Dios.

En el nombre de Yeshúa, declaro que mi matrimonio resucita para gloria de Su Nombre.”

Oración final

Abba Kadosh, Dios Todopoderoso:

Tú que con poder creaste los cielos y la tierra, hoy vengo ante ti con un corazón quebrantado.

Perdóname por no ser la ayuda idónea que me llamaste a ser.

Me arrepiento de mis pecados y confieso que necesito tu restauración.

Hoy te pido una nueva oportunidad para mí y para mi esposo.

Te entrego este matrimonio muerto, y por fe declaro vida en el nombre de Yeshúa.

Que juntos guiemos a nuestra familia en tus caminos.

Que nuestra restauración sea testimonio para esta generación y las que vienen.

Gracias, Abba, porque tú puedes resucitar lo que el mundo dio por perdido.

Amén.